


Enseñanza en
Roces




Será con la llegada de la Ilustración cuando se plantea la necesidad de acabar con el analfabetismo en el país. En 1780 se crea el primer colegio encargado de preparar a los maestros, previamente era el clero el encargado de enseñar a leer y a escribir. Las condiciones que debería cumplir quien quisiera dedicarse a la enseñanza de primeras letras consistía en un certificado de buen comportamiento, una certificación eclesiástica que acreditara su adecuada formación en doctrina cristiana, y pericia en el arte de leer, escribir y contar; además de cuatro años de prácticas tuteladas por un maestro titular.
La Constitución de 1812 impulsa la educación bajo el mandato del gobierno.
El municipio de Gijón se organiza en parroquias o pilas con un alcalde pedáneo que sirve de interlocutor entre el Ayuntamiento y los vecinos. Los colegios se construyen en la villa; la lejanía de los pueblos, la deficientes vías de comunicación y la dispersión de la población rural dificultan el acceso de esta a la educación. Ante esta situación, en 1825 se establece que toda población con más de 50 habitantes deberá contar con una escuela. También se demanda educación por parte de algunos vecinos que aspiran a que sus hijos tenga un mejor futuro a través de formación académica; esos vecinos van a colaborar con materiales, arrastres y labores de peonaje en la construcción de las escuelas.
Las primeras escuelas con maestros asignados se improvisan en casas, locales habilitados o en los atrios de las iglesias, lo cual origina problemas funcionales e higiénicos. Otro problema era el alojamiento de los maestros, que pasaron de vivir en viviendas particulares a habitaciones privadas anexas a las escuelas; algo que se prohibió a principios del siglo XX y se volvió a recuperar durante el franquismo.
España. Galicia. Escuela en el atrio de una iglesia de Galicia. Dibujo por Letre. Grabado por Tomás Carlos Capuz (1834-1899). Crónica General de España, Historia Ilustrada y Descriptiva de sus Provincias





En 1831 aparece un inventario con las escuelas existentes, en Roces se recoge que hay un total de 18 alumnos, 14 niños y 4 niñas. En todas las pilas, como dice Alfonso Camín, había escuela donde hubiese un maestro o cura; si no había maestro, el cura impartía las clases.
En 1831 hay constancia que funcionaba una escuela sostenida por 10 vecinos que contribuyen con 12 fanegas de frutos y maíz cada año para salario del maestro.
En los presupuestos generales de 1856 se destina una gran partida a la construcción de escuelas y sus menajes. Al año siguiente, con la Ley Moyano, se establece la obligación de la creación estatal de las escuela de niñas.
En un nuevo censo en Roces hay 70 niños y se plantea edificar una casa nueva con un presupuesto de 11.569 reales, pues hasta la fecha se impartían las clases en el atrio de la iglesia. Se plantea el campo de la iglesia para edificar la escuela, pues es un lugar céntrico.
Será una escuela unitaria donde sólo un maestro atendía a alumnos de diferentes grados y mismo sexo. El terreno fue donado por el Conde de Revillagigedo, pero se desconoce si donó dinero o se consiguió a través de fondos de los emigrantes de América.
En la placa que había en la escuela figura 1865 como fecha de su construcción. Era de planta baja en forma de L, y la escuela y la vivienda del maestro estaban unidos por un pórtico exterior con cubierta de forja.
Fotografías cedidas por AAVV San Julián de Roces
Superior: Escuela de niños de Roces
Inferior: Placa fundacional y placa homenaje
al maestro D. Antonio Fdez. Zapico









Consta que en 1876 el maestro Don Juan Álvarez Sánchez, quién tomó posesión en 1869 y luego se trasladó a Somió, consiguió el dinero para el trillado del suelo a través de una colecta entre sus ex alumnos de Cuba.
En 1891 se nombra maestro a Felipe García quién no llega a tomar posesión continuando Cipriano Rodriguez de la Villa, como interino.
A finales de 1891 el maestro Victoriano Huerta Palacio, al que Camín en su libro Entre Manzanos lo definió como “irritable y de grandes violencias”, comienza con la enseñanza nocturna para los parroquianos de Roces y de Tremañes, atendiendo a más de cuarenta alumnos, de manera, que podían formarse a la vez que desarrollar sus trabajos.
También Alfonso Camín nos habla de otro maestro, Francisco de la Torre, de Grado ”buen maestro de mirada mansa, ademanes lentos y palabra evangélica” que permaneció poco tiempo en la parroquia.
En esa época las asignaturas que se impartían eran: gramática, aritmética, geografía, geometría, historia sagrada, historia de España y algo de historia universal .
En 1898 se construyó una planta superior sobre la casa; en 1960 se renovaron los baños y se ampliaron las ventanas impartiéndose las clases en el atrio de la iglesia durante las obras.
A finales de los 80 fue demolida por la construcción de la ronda de la Autovía del Cantábrico.
Por esta escuela pasaron el poeta Alfonso Camín y el pintor Manuel Medina de la mano de distintos maestros siendo el más popular Don Antonio Fernández Zapico (*1913 +1991) que impartió clases durante 40 años. Habitó en la vivienda anexa junto su mujer Amor y sus hijas Charo y Elena.
Superior izda. Detalle de la libreria donada a la escuela de niños por Samuel Canal, propietario de la finca de La Marruca. En la actualidad esta en el local de la AAVV
Fotografías cedidas por la AAVV de San Julián de Roces
Superior dcha. Libreria de la escuela de niños restaurada por la AAVV tras la demolición de la escuela.
Inferior izda. Maestro Don Antonio con sus alumnos en sus primeros años.
Inferior dcha. Maestro Don Antonio en sus últimos años.
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Superior izda: Foto de la Colección Municipal de fotografía , patio y parra de la escuela de Roces.
Imágenes cedidas por la AAVV San Julián de Roces. Superior centro: Procesión por la carretera Carbonera; al fondo, a la derecha, la escuela y en el centro Bar la Parra
Superior izquierda: Escuela de niños de Roces un día del Concurso de Pintura Manuel Medina
Inferior izquierda: Niños con maestro desconocido en el jardín de la escuela
Inferior centro: Niños con maestro desconocido en el patio cubierto de la escuela
Inferior derecha: Escuela de niños a la derecha y a la izquierda el patio de La Fornera, antes de obras de la Ronda



Las niñas disponían de escuela desde 1880, a la que acudían las niñas de Tremañes, Granda, Porceyo, Ceares y La Pedrera.
Era un edificio de planta cuadrada y dos pisos. La planta baja era la escuela y la planta superior la vivienda de la maestra. En la planta baja había un zaguán con una percha donde se dejaban los abrigos y los zapatos, madreñas, chanclos... Al fondo una carbonera y a la derecha un único aula donde iban niñas de distintas edades.
En la distribución de premios hay una mención honorífica en 1890 tanto para las alumnas como para la maestra Celestina Solar, la cual sustituyó a Jacoba Cruces cuando emigró a Argentina.
El nivel de la enseñanza se evaluaba con controles generales en las distintas escuelas, se examinaba a los alumnos de varios aspectos, escogidos por el maestro. A los niños más destacados se les daba un premio económico y ropa o libros; hecho que nos relata Camín en el capítulo El rey en Gijón de su libro “Entre Manzanos”.
Muchas aún recordamos con cariño a Doña Marina, la maestra que estuvo hasta 1972, año en que cerró la escuela.





Imágenes donadas por la AAVV de San Julián de Roces de distintas épocas de la escuela de niñas en La Braña
Superior izquierda: Doña Celestina con sus alumnas. Fecha aprox. 1920
Superior derecha: alumnas frente a la escuela aprox. 1940.



Escuela de niñas de Roces. Fuente: Facebook J.A. Mántaras


Escuela niños de Roces. Fuente: Facebook J.A. Mántaras







Imágenes donadas por la AAVV de San Julián de Roces de distintas épocas de la escuela de niñas en La Braña
Superior izquierda: Doña Marina con sus alumnas en el patio de la escuela
Superior centro: Doña Emilita con alumnas. Fecha aprox. 1969
Superior derecha: Doña Marina con sus alumnas. Fecha aprox. 1960
En el último cuarto del siglo XIX se da un impulso constructivo a las escuelas, dedicando el Ayuntamiento el 12% de su presupuesto a la enseñanza, siempre con el apoyo del vecindario.
Tras la guerra civil se prima la construcción de escuelas en el centro urbano, debido al crecimiento demográfico en la ciudad en los años 50 y 60, hecho que hace descender la población rural.
En ese periodo hay que destacar la acción de La Iglesia y entidades relacionadas afines a ésta (patronatos, entidades benéfico-constructoras, Acción Católica, Cáritas Diocesana), que ejercerán de agentes inmobiliarios a medio camino de los públicos y los privados. Aparece la figura jurídica de la Entidad benéfico-Constructora, donde el presidente es el obispo o arzobispo de la zona; la junta directiva esta formada por prohombres vinculados con asociaciones cívico-religiosas también presentes en los cuadros dirigentes de corporaciones industriales, relacionados con el sindicalismo vertical o cargos municipales y con unos estatutos extraídos del catolicismo social. Participaron casi todas las empresas gijonesas del momento, desde pequeños comercios, pasando por el ferrocarril de Carreño o de Langreo, hasta la fábrica siderúrgica de Moreda. También se reservaron bloques para los vecinos de aquellas ciudadelas que se querían derribar, como los del Patio de Carvajal o para los niños de la guerra recién retornados de la URSS.
Entre 1953 y 1959 la Construcción Benéfica Nuestra Señora de Covadonga (de la que forman parte las principales empresas de Gijón con el objetivo de dar vivienda a sus empleados), levantó 120 viviendas alrededor de la llamada Ronda de La Constructora (luego Avenida General Esteban Infantes y más tarde Avenida de Salvador Allende). Asimismo el Patronato Laboral Francisco Franco levantó otras 40 viviendas unifamiliares en el Camino de Los Caleros.



En principio, los niñas y niñas de estas zonas asisten a las escuelas unitarias de San Julián de Roces pero en 1958 con la transformación parroquial se trasladan a una escuela provisional que se implantó en la antigua iglesia a cargo del maestro Don José.
En 1957 se vio la necesidad de trasladar la escuela gratuita al poblado de Roces, una nave prefabricada servía de escuela de niñas para el barrio y de iglesia los domingos y fiestas. La escuela de niñas estaría a cargo de Carmen Landecho, una religiosa de La Asunción En enero de 1958 empezaron las clases por las mañanas después de haber recorrido las casas para apuntar a niños y niñas llegando a un centenar de 6 a 14 años. En Octubre de ese año se pasa a ocupar cuatro pisos y un dispensario en la calle Carpinteros cedidos por Julio Paquet (empresario, concejal de beneficiencia, diplomático y promotor del poblado).




Imágenes del documental “ No hace tanto” realizado por Ricardo Onís ( Biblioteca de Roces) a partir del libro de Sergio Rato
Superior izda. Alumnas con monja de La Asunción en el Interior de iglesia antigua
Superior dcha. Barracón de obras que se habilitó como iglesia antigua y escuela
Inferior izda: Pisos cedidos por Julio Paquet en la Calle Carpinteros
Inferior dcha. Monjas de La Asunción con autoridades.





La Asociación Benéfica Constructora Nuestra Señora de Covadonga, para cubrir las necesidades del grupo de viviendas decide edificar un grupo escolar masculino para ocho grados y otro femenino para siete grados y sección de párvulos, enlazados por una galería cubierta, con un salón de actos anexo.
En el curso 1963-1964 se inaugura el colegio Nuestra Señora de Covadonga y se forman dos grupos escolares: del femenino se encargan las monjas de la Asunción y del masculino maestros nombrados por la Fundación Benéfico-Ddocente Nuestra Señora de Covadonga.
Los niños realizan el bachiller en las casas habilitadas, impartido por los hermanos La Salle(los baberos). Muchos aún recuerdan con afecto a los hermanos Timoteo, Estanislao, Pedro, Eduardo, Agustín y Luís.






Imágenes del documental “No hace tanto” de Ricardo Onís ( Biblioteca de Roces) a partir del libro de Sergio Rato
Superior izda: Colegio Nuestra Señora de Covadonga en la decada de 1960
Superior centro y dcha: Grupo de alumnos/as del Colegio Nuestra Señora de Covadonga
Inferior izda: Profesorado de Nuestra Señora de Covadonga en la década de los 60
Inferior centro: Alumnas con monja de La Asunción en década de los 60
Inferior dcha: Colegio Nuestra Señora de Covadonga en década 2010





En primer plano con gafas, el alcalde José Manuel Palacios. Con el micrófono Julián, presidente de la AAVV de San Julián de Roces y al fondo Don Antonio, maestro de Roces


Don Manuel, director del colegio Alfonso Camín, haciendo entrega de un galardón


Homenaje a Alfonso Camín en el Colegio de su mismo nombre. Fuente: Facebook Pablo Mantarás



Con gran trabajo se consiguió que un grupo de 10 niñas quisieran seguir sus estudios de bachillerato, número que exigía el Ministerio para poder abrir una Filial de Instituto.
Al final se construyó la Filial nº 1 (dependiente del Instituto Doña Jimena) actual I.E.S de Roces, sobre un patio de casas jornaleras donde las niñas pudieron instalarse el curso 64-65. El nivel de estudios alcanzado fue muy alto y en deportes quedaron por dos años campeonas de España de balón volea (voleibol) y subcampeonas en el campeonato de Roma.
En la filial se instaló una Comunidad de hermanas.
Más tarde las monjas pasan a impartir educación primaria en el colegio de La Asunción edificado al lado de este instituto , luego llamado C.P. Manuel Medina y actualmente dedicado a las clases de música de la Universidad Popular de Gijón.
En 1969 Auxilio Social instaló en la barriada una guardería de las que las monjas también se hicieron cargo donde iban niños desde 0 meses a 5 años, edad en la que pasaban a las escuelas.
Será en 1979 cuando debido a un clima social y político complicado, la comunidad decidió retirarse de Roces y la Escuela y la Filial pasaron a manos de la administración pública de educación.







Superior izda: Imagen de La Nueva España 2012. Antiguo Colegio de niñas de La Asunción..
Superior centro Imagen del documental “No hace tanto”. Equipo deportivo de la Filial 1. Década de 1960.
Superior dcha: Imagen de alumnas del colegio La Asunción con la Señorita Aurora. 1978
Inferior izda: Imagen del documental “ No hace tanto”. Antigua Filial 1 construida sobre casas jornaleras
Inferior centro: Imagen actual de I.E.S de Roces
Inferior dcha: Imagen del documental “ No hace tanto”. Guarderia y Antigua Filial nº 2 en la década de 1970




En 1968 se construye la Filial nº 2 (dependiente del Instituto Jovellanos) para los niños, donde siguen impartiendo clase “ los baberos” de La Salle; hermanos como Timoteo, Estanislao, Pedro, Duardo, Agustín y Luis aún perduran en recuerdo de muchos.
Después pasó a denominarse Colegio Balmes para los alumnos de concentración de los barrios adyacentes: Nuevo Gijón, Pumarín, Contrueces.
En torno a 1980 pasó a alojar el Colegio Las Palmeras. De 1991 a 1996 se ubicó allí el Instituto nº 9, antes de trasladarse a su ubicación actual con el nombre de Instituto Rosario Acuña.
En la actualidad, recoge el Centro de Formación Ocupacional Las Palmeras.
Alumnos destacados han sido el periodista José Ramón Patterson y el catedrático de inteligencia artificial Antonio Bahamonde. En su libro “No hace tanto” su autor Sergio Rato describe detalles del mismo .
A medida que se van construyendo colegios e institutos en el poblado, los niños y niñas de la parroquia de San Julián se van concentrando en ellos ante el cierre de las escuelas rurales.




Arriba: subiendo al Instituto desde Pumarín por los “praos” de Montevil. Facebook Sussy Feito Rguez.
Izda. :Imagen de La Voz de Asturias Mayo 2021
Centro: Imagen de La Nueva España Mayo 2021
Dcha.: Imagen de “ No hace tanto” Antigua Filial nº 2



En la década de los 60 se accedía con 5 años al colegio de Primaria. En él se permanecía seis cursos tras los cuales, si el alumnado presentaba aptitudes y actitudes para continuar estudios, pasaba a cursar el Bachiller Elemental (con diez u once años), que constaba de cuatro cursos.
Tras superar una prueba denominada reválida, que otorgaba el título correspondiente, se pasaba al Bachillerato Superior, que constaba de dos años. Si se deseaba continuar con estudios universitarios se tendría que hacer un curso de preparación universitaria ( PREU), similar al posterior COU.
Si el alumno era “negado” para los estudios superiores, en el mismo centro de Primaria realizaba otros dos cursos hasta octavo, momento en que obtenía el Certificado de Estudios Primarios y ... a trabajar; o a estudiar un oficio en las escuelas de Formación Profesional.
Con la Ley General de Educación de 1970 los colegios se convierten en mixtos aunque las familias prefieren seguir mandando a las niñas al colegio de La Asunción y a los niños al colegio de Nuestra Señora de Covadonga. Se implanta la Educación General Básica (E.G.B) que conlleva la concentración de escuelas rurales en grupos escolares con suficientes aulas para impartir una educación graduada. La E.G.B. consistía en 8 cursos de educación obligatoria y una vez finalizada se recibía el título de Graduado Escolar (en caso de suficiente aprovechamiento) o bien Certificado de escolaridad (caso contrario). El graduado escolar daba acceso a continuar con BUP (Bachillerato Unificado Polivalente) o FP1 (Formación Profesional) mientras el Certificado de Escolaridad sólo daba acceso a FP1. El BUP, de tres años de duración, englobaba los estudios secundarios y se escogía entre opción de ciencias o letras. Posteriormente se realizaba el Curso de Orientación Universitaria (COU).
Al finalizar COU se hacía la selectividad como prueba obligatoria antes de acceder a la Universidad.
Entre 1970 y 1977 se cierran prácticamente todas las escuelas rurales pasando a realizar funciones auxiliares al servicio de la población rural.
La antigua escuela rural de niñas de Roces fue descartada por la Empresa Municipal de la Vivienda para transformarla en viviendas de promoción pública por su estado ruinoso ( El Comercio 30 marzo 2017) .



Imagen de El Comercio. Mayo 2017: Escuela antigua de niñas de Roces
Imagen de Paz Álvarez : Estado actual de la Escuela de niñas de Roces. 2024





Para dar apoyo a los dos colegios, los dos institutos y la guardería se crea en 1968, según Orden del Ministerio de Educación y Ciencia, la Biblioteca de Roces, como apoyo al estudio del alumnado.
La gestión será realizada por un maestro, D. Rafael Domínguez Gallego quién dedica parte de su tiempo libre a la apertura de la biblioteca por las tardes y algún sábado, con la ayuda de su propia familia.
El Ayuntamiento dotó a la biblioteca de un autobús que recorría distintos barrios acercándoles los fondos bibliográficos. Antes del edificio que conocemos, el servicio de préstamo se daba en la primera planta del Hogar del Pensionista.
En 1972 se crea una Junta Rectora. La Asociación de Vecinos, no conforme con los horarios de apertura y deseando impulsar los servicios de la biblioteca, logra hacerse con la gestión, pero pronto se la traslada al Ayuntamiento, tras la firma de un convenio entre las partes. A partir de los años 80, se dota de personal propio y se normaliza el servicio bibliotecario.
En la actualidad forma parte de las 11 bibliotecas que conforman la Red Municipal del Ayuntamiento de Gijón. El edificio ha pasado por varias reformas, siendo las más importantes las del año 1990 y 2010.
La placa conmemorativa fue descubierta por el poeta Alfonso Camín, pasando la biblioteca a adoptar su nombre.






Superior izda. El Hogar Centro Imagen tomada web Biblioteca de Roces. Izda. imagen tomada biblioasturias.com
Inferior izda. imagen tomada laventanadelarte.es Inf. centro Imagen tomada El Comercio 1973. Inf. dcha. Imagen tomada El Comercio 1981










BIBLIOGRAFÍA
Rato, Sergio. (2021). No hace tanto. Autoeditado
50alfonsocamin.blogspot.com
www.enredandogijón.org
www.biblioasturias.com. Biblioteca Pública de Roces “ Alfonso Camín” (1968-2018)
Camín, Alfonso. (2013). Entre manzanos ( niñez por duros caminos) VTP Editorial. Patrocinado por Ayuntamiento de Gijón
Arrieta Verdasco,Valentín. (2017). Escuelas rurales de Gijón. Espacios para la enseñanza en las parroquias del concejo. Ed. Trea
De la Coz Nosti, M.T., Glez. Álvarez, B., Valdés García, M.C. (). Nacimiento de la Enseñanza Pública en el Gijón del siglo XIX. Ed.
Documental No hace tanto realizado por Ricardo Onís - Biblioteca de Roces. 2022. Basado en el libro del mismo título de Sergio Rato.
